Epifanía Choque es una campesina boliviana de 73 años que vive en Villa Poopo, una comunidad al sud de la ciudad de Oruro. Siempre se había dedicado a la siembra, hasta que empezó a perder la visión, lo que provocó que no pudiera seguir ocupándose de su trabajo y de la atención a sus 6 hijos.

Con la edad, sus hijos crecieron y dejaron Villa Poopo en busca de mejores oportunidades. Epifanía acabó quedándose sola y con muchas dificultades para valerse por sí misma: ‘Creo que tengo lana en el ojo derecho. Quisiera poder caminar para visitar a mis hijos, pasear por Tola Pamapa como cuando era joven. Ahora no puedo ni servirme una taza de té sin derramar el agua. Es triste llegar a envejecer y quedar ciega.’

Hace unos meses, una de sus hijas conoció la labor de Ojos del mundo y aprovechó la campaña de la Fundación, en la que durante una semana se realizan consultas e intervenciones, para pedir una revisión ocular para su madre.

El 19 de marzo, el Dr. Rainald Duerksen visitó a Epifanía y le diagnosticó catarata senil en el ojo derecho, lo que provocaba que solo pudiera intuir algunas luces. Fue intervenida y, al día siguiente, cuando le retiraron el protector ocular miró a su doctora con una amplia sonrisa y exclamó: ‘¡Veo el azul de tu chaleco!’.

Gracias al esfuerzo de nuestros equipos de voluntarios, personas como Epifanía, que ven mermada su vida y su autoestima a causa de las enfermedades oculares, pueden volver a realizar actividades cotidianas sin depender de nadie, recobrando la seguridad y las ganas de vivir.