¿Cómo conociste Ojos del mundo?

A través de un encuentro casual con la jefa de programas de Ojos del mundo, Viviana Ferradás.

¿Por qué razón decidiste colaborar con nosotros?

Creo que existen varias razones, entre las personales, porque deseo contribuir a que la ayuda que solidariamente brinda Ojos del mundo, realmente beneficie a la población más necesitada de mi país.

Ya desde dentro ¿cómo valoras el trabajo que desarrolla la Fundación?

Ojos del mundo está contribuyendo de manera bastante efectiva a resolver los problemas de salud oftalmológica en una de las poblaciones más necesitadas de Bolivia, como es la de El Alto. Si bien las circunstancias sociales y políticas son particularmente difíciles, confío en que es posible ampliar de manera paulatina las acciones en beneficio de otras poblaciones del país, especialmente del ámbito rural, que presentan severas deficiencias en el acceso a los servicios de salud.

Gracias a Ojos del mundo, casi 300 personas han recuperado la vista en El Alto, desde que en el año 2003 se puso en marcha el programa Ojos de Bolivia. ¿Cómo se da a conocer a la población la llegada de una expedición?

Utilizamos tres medios para la difusión de las campañas:

La Red de Salud de El Alto: se anticipa las fechas de realización de las campañas al personal de los distintos centros de salud primaria, de manera que ellos, en sus consultas regulares, van informando a la población.

También acudimos a las dirigencias vecinales y a las organizaciones gremiales para instarles a participar.

Los medios de comunicación: especialmente radioemisoras, que transmiten en idioma aymara, a las cuales acudimos para convocar a la gente que posiblemente requiera atención oftalmológica.

Panfleteo: personal de Ojos del mundo recorre todas las zonas de El Alto, distribuyendo panfletos puerta a puerta y explicando a los vecinos las características de las campañas, el tipo de atención que se brindará, quiénes y donde se atenderá a los pacientes, la duración que tendrá la campaña, etc.

En una comisión médica que dura 10 días se realizan una media de 630 consultas y de 50 intervenciones, pero las peticiones de asistencia son siempre muchísimas. ¿Qué criterio se sigue para seleccionar a las personas que van a ser atendidas?

Durante las campañas, se prioriza la atención a personas de escasos recursos, que son seleccionadas por el equipo de trabajo social del Hospital Boliviano Holandés, en base a criterios de condición socio-económica y familiar.

Además de las comisiones quirúrgicas en El Alto, el proyecto Ojos de Bolivia desarrolla también un programa de formación en el Hospital de La Paz ¿En qué medida crees
que esta acción contribuye a mejorar el nivel de calidad de la asistencia oftalmológica en Bolivia?

El trabajo que desarrollamos en el Instituto Nacional de Oftalmología, contribuye a mejorar la calidad de la asistencia oftalmológica por lo menos en dos aspectos: Permite a los oftalmólogos locales conocer nuevas técnicas, productos y procedimientos oftalmológicos, que pueden aplicarse en la solución de los diferentes problemas de salud ocular que aquejan a la población. Por otra parte, el intercambio con los voluntarios de Ojos del mundo sensibiliza a los oftalmólogos bolivianos en el trabajo solidario con poblaciones en condiciones de desventaja.