Cocina para tus ojos

Seguir una dieta saludable es fundamental para mantener una buena salud general, pero, ¿sabías que, en el caso de la salud ocular, puede ayudar a prevenir enfermedades y a paliar sus efectos?

Sigue estos consejos y consigue prevenir las principales patologías oculares.

Macedonia de frutas

Fruta

Tres raciones diarias de fruta (roja, naranja y amarilla) y dos raciones de vegetales de hoja verde al día (espinacas, coles, judías verdes) previenen el riesgo de padecer de ojo seco. La vitamina A que aportan es esencial para asegurar el buen funcionamiento de las glándulas lacrimales.

Salmón

Pescado

Tres o cuatro raciones a la semana de pescado, especialmente el azul, mejoran el flujo sanguíneo del nervio óptico. Consume atún, anchoas y salmón; los ácidos grasos omega-3 que aportan tienen un papel de prevención en la progresión del glaucoma.

Tomate

Hortalizas

Dos raciones diarias de hortalizas, como el tomate, la zanahoria o la calabaza, ayudan a prevenir las cataratas. Los carotenoides que aporta la provitamina A tienen un efecto antioxidante sobre la retina y el cristalino.

Naranja

Cítricos

Tres raciones diarias de cítricos, como la naranja, el limón, el kiwi o el pomelo, y de vegetales, como la coliflor o la lechuga, protegen de la exposición del cristalino a la luz. La vitamina C que contienen favorece el descenso de la presión intraocular que provoca el glaucoma y el ácido ascórbico que contiene este nutriente evita que el grado de unas cataratas aumente.

Cereales

Cereales, aceite...

Entre cuatro y seis raciones diarias de pan, cereales y aceites vegetales, como el de oliva o girasol, evitan daños en la membrana celular. La vitamina E que aportan actúa como antioxidante en la prevención de cataratas.

Carne

Carne

Dos o tres raciones a la semana de carnes magras de cerdo, ternera y pollo aseguran la función excretora de las membranas mucosas del ojo. La vitamina B6 que aportan facilita el transporte de la vitamina A hasta el ojo y evita patologías como el ojo seco.

Lácteos

Lácteos

Dos o tres raciones diarias de leche, yogures o queso aportan ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga (omega-3 y omega-6) y zinc, antioxidantes para las células de la retina humana.

Hierbas y especias

Hierbas naturales y especias

Incluir hierbas naturales y especias (como el perejil, la albahaca, el orégano o el tomillo) en las comidas principales aporta vitamina C y E y magnesio, que son protectores de las membranas de las células oculares y previenen procesos degenerativos de envejecimiento precoz.

Legumbres

Legumbres

Dos o tres raciones semanales de lentejas, garbanzos o judías aportan vitaminas A y B que facilitan y contribuyen al mejor funcionamiento del metabolismo celular de los epitelios oculares y de la retina.

Frutos secos

Frutos secos

De tres a siete raciones semanales de frutos secos son una fuente de ácidos omega-3 para mejorar la calidad de la lágrima y tienen un efecto antiinflamatorio que beneficia a los pacientes con ojo seco, la mayoría de los cuales presentan inflamación en la superficie ocular.