Niños

Ojos del mundo en Mali ha seguido trabajando este último trimestre en tareas de formación, concienciación y atención ocular a varios niveles, sobre todo de cara a los niños y la atención primaria ocular, en el marco del programa Ojos de Mali.

La formación sigue siendo uno de los focos de esfuerzo de la Fundación en la lucha contra la ceguera evitable. En Koro, 40 enfermeras y comadronas han recibido formación para primeros auxilios oftalmológicos. Las escuelas también han sido objeto de campañas de formación, concienciación y detección precoz para evitar que personas sin recursos lleguen a quedarse ciegas. De este modo, en 8 centros pedagógicos de la ciudad de Douentza se han capacitado hasta 250 profesores en salud ocular. Algunos de los temas tratados han sido enfermedades como la infección por tracoma, la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo, las cataratas o la higiene ocular. Casi 23.000 niños han participado activamente en estas sesiones, en las que los maestros los han revisado gracias a las guías de uso y las escalas de agudeza visual Snellen ‘E’ que ha facilitado la Fundación. Esto ha permitido diagnosticar 246 niños y 123 niñas, que ha atendido personal oftalmológico de los centros de salud.

Otra vertiente de la labor de la Fundación es la campaña de detección de enfermedades oculares. Así, 17.674 alumnos de 42 escuelas de Douentza y Mopti han recibido visita para diagnosticar problemas de refracción. Se ha detectado casos con enfermedades como conjuntivitis, problemas de retina, cataratas vinculadas a traumatismos y defectos de refracción. La Fundación también ha proporcionado gafas a 119 estudiantes.

Las donaciones de material para mejorar la calidad de las cirugías y el seguimiento del paciente es también un eje fundamental para la Fundación en Mali. Se han visto beneficiados el Centro de Salud de Referencia (CSREF) de Tenenkou, el Hospital Sominé Dolo, el CSREF de Djenné, el CSREF de Bandiagara y la Unidad de Oftalmología Bankass. Algunos de los mecanismos suministrados son una lámpara con tonómetro Golda, vidrios orgánicos, pinzas para retirar cuerpos extraños, retractores del párpado o oftalmoscopios indirectos HEINE, entre otros. Por otra parte, la Academia de Douentza también ha recibido 160 escalas de agudeza visual Snellen ‘E’ así como manuales de uso para 160 escuelas.

Pero son tan importantes las donaciones como la conservación y buen estado de los materiales. Por ello también se han enviado recambios de material como bobinas, bombillas y otros mecanismos para asegurar el funcionamiento de las herramientas diagnósticas. Y un técnico biomédico del Instituto Oftalmológico tropical de África (IOTA), el centro de formación en oftalmología más importante de los países de habla francófona en África, ha desarrollado una misión de mantenimiento de los equipos oftalmológicos del Hospital Sominé Dolo de Mopti y Djenné.

El programa Ojos de Malí cuenta con el apoyo de la Fundación Probitas, el Ayuntamiento de Barcelona, la Fondation d’enterprise Théa, la Fundación Jesús Serra y el Consorcio Sanitario Integral.