El Hospital Provincial de Inhambane cuenta desde finales de octubre con un taller de óptica gracias a la Fundación Ojos del Mundo. La instalación, que depende del Ministerio de Salud de la República de Mozambique, permite el acceso a gafas por parte de la población con menos recursos de esta provincia situada en el sur del país. Se trata de la segunda óptica pública de Mozambique, ya que tan sólo había una en la capital, Maputo, y posibilita que 1,3 millones de personas del total de 20,5 millones de habitantes del país superen los problemas oculares que les puedan afectar, volviendo a ver y recuperando de esta forma una autonomía personal que hasta el momento les impedía realizar tareas tan básicas como trabajar, estudiar o atender la familia.

El taller se inauguró oficialmente el día 31 de octubre, en un acto que reunió unas treinta personas. Entre las personalidades asistentes había la Dra. Yolanda Zambujo, directora del Servicio Nacional de Oftalmología, en representación del Ministerio de Salud; el alcalde de Inhambane y el administrador del municipio; la Directora Provincial de Salud de Inhambane, Erite Thuzine, y la Medica Chefe de la provincia, Dra. Paula; en representación del Hospital Provincial de Inhambane, su director clínico, el Dr. Muhebub, y el administrador del centro, Elder Manuel y, por parte de Ojos del Mundo, el Patrón y miembro del Comité Ejecutivo, Vicenç Capdevila, y la coordinadora sobre el terreno del proyecto Ojos de Mozambique, Mayka Balaguer.

También estuvieron presentes los médicos voluntarios de la Fundación que estos días estaban en Mozambique participando en una comisión formativa, el personal del Servicio de Oftalmología del hospital y representantes de algunas de las instituciones que apoyan el proyecto: Javier Cuevas, en nombre del Colegio Oficial de Médicos de Barcelona, y Rui Álvaro Reis y Silvia Ayala, en representación de la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo. El acto constó, además de los parlamentos de las autoridades, en el tradicional corte de cinta y descubrimiento de placa. También se llevó a cabo una simbólica entrega de llaves del taller, se hizo un brindis y se cortó una tarta. La inauguración se cerró con la actuación del grupo de danza del hospital de Inhambane, que interpretó danzas tradicionales africanas.